Ya entramos en el verano y parece que el cuerpo nos pide cenas más ligeras, por eso hoy quiero compartir contigo una de mis sopas frías preferidas. Este año en mi empeño por emplear más la remolacha en mis recetas, he descubierto esta maravilla sopa que estoy segura te va a encantar: ligera, refrescante y deliciosa. ¿Te quedas a tomar nota?
La remolacha tiene un sabor peculiar que no suele gustar a todo el mundo…
Te aseguro que aunque no te guste demasiado su sabor, si la usas en una cantidad pequeña aporta un sabor muy especial a tus platos, además de un color precioso. En España consumir este tipo de sopas frías, o gazpachos está muy popularizado, pero yo hasta hace un par de años no era muy fan, ahora recurro mucho a ellas sobre todo para tomar como plato principal. El verano pasado descubrí la sopa fría de pepino y yogur y se convirtió en un básico para mí.
Te recomiendo consumirla muy fresquita, por eso si la vas a tomar justo después de prepararla añade un par de hielos a la mezcla en la batidora.
Sopa fría de remolacha con vinagre de jerez
Preparar
Total
Cantidad 4 raciones
Ingredientes
3 tomates pera maduros
media remolacha cocida
1 tallo de apio
zumo de medio limón
1 yogur natural sin endulzar (125ml)
1 cucharada de aceite de oliva
1 chorrito de vinagre
orégano
sal
Instrucciones
Mezclamos en una batidora todos los vegetales crudos junto con el yogur natural, el orégano, la sal, aceite de oliva y vinagre.
Batimos muy bien hasta que se unifiquen todos los sabores.
Probamos y rectificamos el sabor, si hace falta añadir mas orégano, sal, vinagre o aceite.
Puedes incluir alguna especia mas como ajo, o pimienta.
Para terminar podemos servirla acompaña de semillas de sésamo y un par de rábanos en rodajas, que le aportan un toque crujiente.